Los criterios para determinar el impuesto suelen ser los siguientes:
1. Clave fiscal: Esta clave es asignada a cada transacción o artículo y determina la categoría de impuesto que se aplica.
2. Ubicación geográfica: Dependiendo del país, el estado o la provincia en la que se realiza la transacción, se aplicará una tasa impositiva específica.
3. Tipo de transacción: Los diferentes tipos de transacciones, como ventas, compras, servicios, importaciones, etc., pueden tener diferentes tasas de impuestos aplicables.
4. Exenciones y exoneraciones: Algunos productos o servicios pueden estar exentos de impuestos, ya sea por ser considerados esenciales o por alguna otra razón legal.
En cuanto a las reglas para el status en blanco, esto puede depender de cómo esté configurado el sistema. En algunos casos, si el status está en blanco significa que no se ha proporcionado información suficiente para determinar el impuesto y puede ser necesario revisar y completar los datos fiscales relevantes antes de que se pueda aplicar el impuesto adecuado. Otras reglas específicas pueden variar según la configuración y las necesidades de la empresa.